Monday, June 8, 2020

Pánico sobre la pandemia - que chasco

Debo admitir que el nivel de pánico al que llegué casi se podía definir como paranoia.  Por ejemplo, todo artículo que llegaba hasta la puerta de mi departamento recibía un baño de agua con jabón, aislamiento de 24 horas sobre la mesa del comedor con secado al aíre (pues quién sabe que bichos se escondieran entre los dobleces de los secadores o toallas de papel.) Evitaba todo contacto físico hasta con mis nietos y guardaba "sana distancia" cuando salían a jugar a la calle.

Obviamente, esto exacerbaba mi sentimiento de soledad y aislamiento.

Pero, un buen día me senté a leer, como es mi costumbre, el Hacker News. Esta costumbre la adquirí en los años que trabajé en Silicon Valley, pues es el periódico, tablón de anuncios, mesa de discusión, blog de cuestiones técnicas y noticiero en general obligado para el personal técnico de las empresas chicas y grandes del famoso valle.

El artículo que encontré aquella mañana cambió por completo mi actitud personal respecto a la llamada "pandemia." Lo escribió un tal J. B. Handley, un escritor contribuyente al CHD (Children's Health Defense, Defensa de la Salud de los Niños), una organización sin ánimo de lucro que aboga contra las vacunas para niños y jóvenes adultos (cosa con la que no estoy de acuerdo).  Pero, el artículo de Handley arguye puntos interesantes, sobre todo en referencia a la llamada "pandemia."

El artículo lleva por título "LOCKDOWN LUNACY: The Thinking Person's Guide" (LOCURA DEL CIERRE DE EMERGENCIA: La Guía para Personas Pensantes) hace la siguiente aseveración:

"Sabiendo lo que sabemos hoy sobre la tasa de mortalidad por infección de COVID-19, el impacto asimétrico por edad y condición médica, la no transmisibilidad por personas asintomáticas y en entornos al aire libre, la tasa de mortalidad casi cero para niños y la comprensión básica de los virus a través de la ley de Farr, encerrar la sociedad fue una decisión política descabellada tan devastadora para la sociedad que los historiadores pueden juzgarla como la peor decisión de todos los tiempos."

El autor apoya esta fuerte aseveración con los siguientes puntos:

1. La matemática del índice de mortalidad por infección (IFR por sus siglas en inglés del Infection Fatality Rate) de CUALQUIER virus nuevo SIEMPRE disminuye con el tiempo a medida que hay más datos disponibles, como cualquier virólogo podría decirle. En los primeros días de COVID-19, cuando solo teníamos datos de China, existía el temor de que el IFR pudiera llegar al 3,4%, lo que de hecho sería cataclísmico. El 17 de abril, el primer estudio fue publicado por investigadores de Stanford que debería haber puesto fin a todos los encierros de inmediato, ya que los científicos informaron que su investigación "implica que la infección está mucho más extendida que la indicada por el número de casos confirmados" y fijó el IFR entre 0.12-0.2%. Los investigadores también especularon que la IFR final, a medida que surgieran más datos, probablemente "sería menor". Como contexto, la gripe estacional tiene un IFR de 0.1%. ¿Viruela menor? 1% y ¿Viruela mayor? 30%

2. Poco después de que el estudio de Stanford publicara sus datos, el Dr. Scott Atlas de Stanford (quién no era autor del estudio) publicó un artículo de opinión en el periódico The Hill con el título: "Los datos ya están aquí: detengan el pánico y terminen con el aislamiento total. " Escribió:

El reciente estudio de anticuerpos de la Universidad de Stanford ahora estima que la tasa de mortalidad si se está infectado es al rededor de 0.1 a 0.2 por ciento, un riesgo mucho más bajo que los estimados anteriores de la Organización Mundial de la Salud que fueron 20 a 30 veces más altos y que motivaron políticas de aislamiento ... Dejemos de hacer a un lado la evidencia empírica mientras que duplicamos [las cifras de ] los modelos hipotéticos. Los hechos importan.

Los hechos son importantes, pero nadie escuchó.

3. El riesgo de morir por COVID-19 es mucho más alto que el IFR promedio para las personas mayores y las personas con otras enfermedades, y mucho más bajo que el IFR promedio para las personas sanas más jóvenes, y casi cero para los niños.

En enero de 2020, Los Ángeles tuvo un brote de influenza que estaba matando niños, el LA Times señaló que "una cepa poco probable de influenza ha enfermado y matado a un número inusualmente alto de jóvenes en California esta temporada de gripe". COVID-19 es lo contrario de eso. El Dr. Ioannidis de Stanford dijo: "En comparación con casi cualquier otra causa de enfermedad que se me ocurra, [Covid-19] realmente está evitando a los jóvenes".

Italia informó hace tres días (1o de Junio) que el 96% de los italianos que murieron por COVID-19 tenían "otras enfermedades" y tenían, en promedio, 80 años. De Bloomberg dijo:

"Las últimas cifras muestran que los casos nuevos y las muertes tienen un perfil común: la mayoría [son] personas mayores con enfermedades anteriores", dijo el jefe de la EEI Silvio Brusaferro en una conferencia de prensa el viernes.

El artículo de Handley es largo y cita más estudios y declaraciones. Pero lo que es obvio es que las estadísticas que los medios propagan no están completas e ignoran importantes datos: de las muertes reportadas como debidas al Covid-19, ¿cuantas iban acompañadas de diabetes, problemas cardíacos y otras enfermedades crónicas.  ¿Por qué no desglosan las muertes por edad? Los medios solamente se concentran en los totales e ignoran los detalles. ¿Por qué mantenemos encerrados a los niños cuando deberían de estar en la escuela pues es evidente que el riesgo para ellos es casi nulo?

El artículo habla también del riesgo tan bajo que hay en los lugares abiertos (parques, bosques, playas); ¿para qué cerrarlos si el aire fresco y el sol serían benéficos para la gente?

Y no les platico lo que dice acerca de las famosas mascarillas que las considera más riesgosas que benéficas, sobre todo para quien las tiene que portar constantemente, como son doctores y enfermeras pues estudios confirman que dichas prendas niegan hasta el 10% del oxígeno que necesitan estas personas para actuar bien, sin fatiga.

Finalmente, el artículo concluye: las personas con síntomas deben aislarse y quedarse en casa. Todos los demás deben continuar con su vida normal.

Cuando veo las webcam de Francia y España, con las playas llenas de gente caminando, bañándose, me da envidia, de la buena. ¿Por qué no racionalizamos nuestra situación, sobre todo la económica y examinamos los datos sin pánico y con mesura?

Por lo pronto, ya salgo más seguido a caminar por las calles desiertas de mi barrio. Y cuando regresen mis nietos de vacaciones, los voy a invitar a tomar una tasa de chocolate conmigo.

No comments:

Post a Comment